La familia es la base donde se forma y preserva la fe cristiana.
En el hogar se establecen principios que sostienen a las generaciones y afirman la identidad espiritual.
La familia transmite un mismo legado, manteniendo un núcleo firme e inalterable a lo largo del tiempo.
Cuando los hogares se fortalecen, la obra de Dios se afirma y se proyecta hacia el futuro.
Generaciones se levantan cuando un hogar decide permanecer firme en la fe.
“Yo y mi casa serviremos a Jehová” Josué 24:1